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Puebla de Don Francisco esta formada por los
nucleos de:
Garcinarro
Jabalera
Mazarulleque
Se encuentra situado en una depresión, a los pies de la sierra de
Altomira, formando un conjunto de singular belleza paisajística,
teñido con un colorido particular en cada estación del año. Son
innumerables los rincones que aguardan en silencio a que el
entusiasta caminante los descubra.
Es incierto su origen y el tiempo en que se fundó, aunque se puede
llegar a pensar que sus orígenes estuvieran en un antiguo poblado
situado a poca distancia y conocido como “Los Villares”, por los
restos que se han podido encontrar (se pueden apreciar restros de
tumbas excavadas en roca arenisca).
En cuanto a la etimología de su nombre, se cree viene de las voces
árabes “Gebal” (monte) y “Erría” (señal), que significan “monte de
la señal”. Esto puede ser del todo creíble pues frente al pueblo se
sitúa el conocido cerro “El Pelao”, pudiendo haber servido en
tiempos del dominio árabe como atalaya o torre vigía.
Fue aldea aneja a la jurisdicción de Huete, hasta que en 1558, se la
eximió de ella, pasando a ser desde entonces villa realenga.
Quedan vestigios de la llamada “Casa de la Inquisición”; un Rollo de
Justicia del siglo XV, de curiosa construcción pues en ella se
utilizó un solo cuerpo de piedra arenisca, y situado en la plaza,
junto a la Iglesia Parroquial, bajo la advocación de Sta. María la
Mayor.
Destacar la “hoz” que el río Jabalera ha excavado, y el “vallejo”
por el que discurre, hasta llegar al llamado “fin del mundo”, lugar
donde el río termina sus andanzas poniendo sus aguas a merced del
Guadiela.
Numerosas grutas se hallan diseminadas por la sierra, mereciendo
destacar la del “Caraceno”, y la de los “Marcigullos”, muy
apreciadas por los espeleólogos.
Quedan restos de antiguas cuevas-bodega, localizadas al comienzo del
monte del “Robledal”, en el sitio conocido como las “Cuevas del
Cerro”. (ftes. ver links y Diputacion de Cuenca) |